La popularización de las nuevas tecnologías, con
aplicaciones sencillas y mayoritariamente gratuitas, facilitan un cambio de
actitud en el internauta: los usuarios
pasan de meros consumidores pasivos , a sujetos capaces de generar y compartir
información. Surge así una nueva manera de entender y actuar en la red donde el
usuario se convierte en pieza central de toda la estrategia de Internet. Nace
el concepto de WEB 2.0. Los servicios y herramientas asociados a la Web 2.0
propician la interactividad y conexión entre personas promoviendo el desarrollo
de la inteligencia colectiva y de la sociedad del conocimiento. Ha supuesto que el usuario obtenga un poder,
del que carecía hasta entonces, para influir de forma más decisiva en el
funcionamiento de las empresas/ organizaciones. El poder de la información se
descentraliza y democratiza.
La
aplicación de la filosofía de la Web 2.0. en el ámbito bibliotecario va de la
mano del nacimiento del concepto de Biblioteca 2.0 y supone cambios a nivel tecnólógico,
de procesos y actitudes, todo ello destinado a reducir las barreras que los
usuarios disponen para acceder y compartir la información.
Representa un cambio
en la manera de ver y administrar los servicios bibliotecarios convirtiéndose
en clave conceptos como interoperabilidad y flexibilidad de los sistemas
bibliotecarios.
El usuario
se convierte en pieza central, y la biblioteca debe conocer sus intereses y
necesidades para ofrecer los servicios que se adapten a ellos. La aplicación de
la Web 2.0 en bibliotecas supone el nacimiento de nuevas posibilidades para
bibliotecarios y usuarios.
Las claves de la aplicación de la Biblioteca 2.0
deberán ser, entre otras:
1. Usuario se convierte en pieza
central.
2. Fomentar el surgimiento de nuevos
usuarios con objetivos similares.
3. Aprovechar los servicios de la Web 2.0.
para crear una biblioteca más activa y participativa.
4. Uso de la inteligencia colectiva.
5. Integración de diferente software.
6. Facilitar el uso de las nuevas herramientas
entre todos aquellos que accedan a la web de la biblioteca.
En resumen,
la aplicación de la filosofía de la Web 2.0 en bibliotecas debe suponer el
fomento de la participación del usuario, no sólo en su disfrute sino en su
propia gestión, creando redes de usuarios y facilitando la comunicación entre
usuarios/ bibliotecarios.